Published Feb 07, 2023
This article can be found in English here.
Todos hemos escuchado a algún líder bromear sobre la necesidad de tener un día adicional de la semana. Es posible que incluso usted haya bromeado al mismo respecto alguna vez. El recurso más limitado que tenemos es nuestro tiempo, y está bajo constante ataque todo al rededor. Sin embargo, ¿realmente haría diferencia el tener una semana de ocho días? Yo creo que no. Nuestra batalla no es con necesitar más tiempo, sino la metodología que utilizamos en la gestión de tiempo.
Todos tratamos de manejar el asalto interminable de urgencias tiránicas, pero a menudo nos encontramos completamente agotados de tiempo, energía, y concentración. Los tiempos más desalentadores suceden cuando lo que realmente valoramos–tal como el evangelismo–progresa poco. El evangelismo es algo que valoramos mucho como individuos y como iglesias. Oramos por nuestros conocidos y seres queridos que quizás estén alejados de Dios, pero batallamos con nuestra evangelización hacia ellos. El evangelismo, así como la letanía de otras áreas de gran importancia, a menudo queda en segundo lugar porque su urgencia no tiene una fecha fija, y pronto es demasiado tarde. ¿Cómo se arregla esto?
Es importante fijarnos bien en las cosas que toman prioridad en nuestras vidas. Hay cosas “buenas” y hay cosas “importantes.” Las cosas que son importantes se ponen antes de lo demás, aun cuando sea algo de urgencia. Nuestra responsabilidad es evitar que las cosas “buenas” se apoderen de las cosas “importantes.” Quizás uno se pregunte: “¿Tengo tiempo para esto?” Pero esa es la pregunta equivocada. Será mejor preguntarse: “¿Es esto lo que más importa ahorita?” Esto no significa que lo demás será eliminado, simplemente se pondrán primero cosa “más importante.”
Una vez que haya establecido y protegido sus prioridades, como la evangelización, el siguiente paso es asignar algunos elementos:
- Tenga una meta medible para esa prioridad, “Nuestra iglesia tendrá 1,000 compromisos con el evangelio…”
- Establezca una fecha para cumplir con su objetivo medible, “este año haremos…”.
- Haga un plan para lograrlo. “Tendremos 4 iniciativas de evangelización este año para poder alcanzar esta meta”.
Ahora ha creado urgencia para cumplir con lo que más importa. Si la intencionalidad no se incorpora en sus prioridades, se le hará difícil encontrar tiempo para cumplir con lo que más importa.
Mientras viajo por el estado, a menudo escucho cuánto les importa el evangelismo a nuestras iglesias. También veo que para la mayoría, el evangelismo no se está logrando como quisieran muchos pastores. “Nuestra iglesia tendrá 1,000 compromisos con el evangelio este año. Tendremos 4 iniciativas de evangelización este año para alcanzar esta meta.” Esto es medible y tiene una fecha límite. Ahora solo se necesita un plan para poder lograr esto. Lo que es urgente y lo que es tremendamente importante es ahora un matrimonio santo.
(Thank you to Alex Blankenship for translating this article into Spanish)